domingo, noviembre 23, 2008

Noche de Primavera, Piscina y Terremoto

Esa noche en particular fue muy extraña…

Habíamos acordado ser solo amigos, esto debido a que ambos habíamos descubierto, con cierta inquietud, que entre nosotros surgía una inesperada atracción, recuerdo una frase que me diste una mañana de una manera muy curiosa:

No quiero salir contigo, me da miedo


Yo alegremente me lo tome nuevamente como un intrépido halago, y aunque respete tu decisión… es justo decir que lo intente, pero creo que a medias para variar…

Tenía que ser el Chele…


Si ok tenía que ser yo. Inocentemente te invite a comer un postre, juro que era solo eso, por mas que moría por robarte unas horas y llevarte al fin del mundo, donde solo tu y yo existamos, lance esa propuesta como un guante de seda blanca, pura y sincera. Recuerdo que dudaste a mares, me dejaste en ascuas por un tiempo que para mi fue infinito, aunque finalmente me comentaste…

vale pero no solos ok.
Ja no solos dije para mis adentros, te mire algo triste

Sin embargo, acepte el requisito, una vez que todo estuvo dispuesto y nos dirigíamos al lugar propuesto, me miraste con esos ojos que dios te regalo y de tu boca salio una alternativa inesperada, atrevida, inquietante pero mas que todo excitante. Claro, no podías ser tan obvia y lo dijiste con ese tono sutil que solo en ti he encontrado…

Y si nos vamos a tomar unos coctelitos


Yo quede sorprendido, inquieto, nervioso, en resumen en shock; pero, me recupere rápidamente, apele a mis habilidades para lograr hacer eco a tu propuesta. Listo!!! cambiamos el rumbo, ya estando ahí, había algo raro en el ambiente, yo sentía complicidad, misterio, y tontamente esperanza. Con cada toma de esos cócteles exóticos que pedimos, y que definitivamente no debimos combinar, se me soltaba más la lengua, cada vez me era más difícil disimular lo ha gusto que me sentía de estar a tu lado. Bien sabes que yo no debía estar ahí; sin embargo, permanecía terco, cual joven intrépido y a la vez iluso. Me sentía a rabiar, era una rara mezcla de emociones, estaba feliz, triste, y hasta casi iracundo… aunque más que todo feliz porque había algo distinto en tu mirada, y es que tú también te sentías a gusto, lo percibía y me emocionaba, todo esto cuando justamente tomábamos un trago llamado primavera. Era como un amanecer primaveral de nuestras emociones que fluían intensamente.

No fue mi culpa, fue culpa de la primavera, échale la culpa…


Cuando ya las cosas salían de control, los dos éramos tan obvios que me encantaba, y luego de tomar curiosamente un trago que se llamaba piscina, me anime, me arriesgue y realice una maniobra rápida aprovechando nuestros segundos en soledad subí al trampolín, te mire directamente a los ojos y listo ahí vamos, un salto mortal, no me preocupe por saber si encontraría agua, dulce fue mi alegría cuando no encontré agua sino un océano, así fue como extendí mi mano y sin dejar de mirarte tome con firmeza tu mano entre las mías, me sonreíste, correspondiste mi caricia, era ya tarde, no había vuelta atrás… el puente se había cruzado, roce tu cara y sentí el temblor de tu tez. Mi mano ya no quería soltar más a la tuya.

Ya para este momento la bandera roja anunciaba marea alta, era hora de salir del mar pero continuamos nadando, hasta que el inevitable terremoto paso, si también era un trago, pero describe el desenlace de nuestro encuentro… se dieron cuenta de nuestras tan obvias insinuaciones y nos abandonaron a nuestra suerte.

Aunque asustados ninguno podía negar que deseábamos el estar solos como ahora estábamos y no lo íbamos a desaprovechar no importa el mañana era nuestra chance, salimos de ese lugar y nos sentamos en una banca que desde ahora siempre mirare con cariño, sabíamos que el tiempo se terminaba, pero para mi fue suficiente el roce de tus brazos suaves, el candor de tus besos interminables, para ser feliz. Sabía que no duraría, que estábamos en la calle y que esto no podía seguir…

La noche cruel terminaba, era hora de despedirse

Era hora de despertar, lo negamos un rato pero era inevitable y claro dijiste lo que tenías que decir…

Esto no volverá a pasar… Esto es un error…

Se que debías decirlo, te dije que te quería y entendía tu posición y así esta bella ilusión que pretendía ser una realidad se consumo y se esfumo, pero sabes que no lo siento, lo viviría mil veces de nuevo…

Tengo que decirte que no me importa lo que pienses, yo no quiero que termine; sin embargo se muy bien que no es mi decisión, solo espero que lo pienses me doy por mas que servido si al menos dudas, si al menos lo piensas por un momento… si ya se lo que dirás solo te pido que lo pienses

Sea cual sea tu decisión mi amiga siempre serás, no lo dudes…

1 comentario:

Anónimo dijo...

entre trago y trago solo sucedio ese beso y caricias que aun por lo q veo te marcaron para siempre mas aun si fueron asi de bien recibidos ahora q sigue luchar o solo dejarte llevar por el tiempo? amigos todos somos amigos pero entre ellos no suceden este tipo de sentimientos amneos q el interes sea mutuo asi ke no creo q ella no kiera nada mas...